viernes, 9 de septiembre de 2011

Amigos del Blog y de los Masajes. Les comparto estas maravillosas palabras de GABRIEL MURILLO


PREMISAS PARA INICIAR UN TRATAMIENTO NATURAL Por "Renán Gabriel Justiniano Murillo" Extracto de mi libro "SANANDO CUERPO Y ALMA" "POR UNA EDUCACIÓN HUMANA Y ESPIRITUAL EN SALUD"





Lo primero es la intención, la idea y expectativa con la que nos acercamos a un Terapeuta o Médico, supuestamente movidos por el deseo de curarnos. Sin embargo a menudo no somos concientes de las profundas contradicciones, de la falta de sinceridad para con nosotros mismos y la persona que tenemos al frente.

Cada persona llega al consultorio con un bagaje de cosas, creencias, prejuicios y por ende con una gran ignorancia de sí mismo y de lo que le pasa. Por eso mismo acude a otro que le ayude a resolver lo que no está pudiendo comprender. Por eso mismo tiene que pagar también. Cosa que a muchos no les gusta debido a que inconcientemente, piensan primero que están sufriendo algo que no se merecen y segundo que otro les puede sacar el problema de encima. Todas ideas erróneas promovidas por un sistema generador de enfermedad, ignorancia y alienación.

Debemos comprender que el problema no es la enfermedad o los síntomas, sino nosotros mismos. El individuo es el problema, la terrible desconexión con la naturaleza y el desconocimiento de sus leyes. “No existe enfermedad incurable, pero si enfermos intratables…”. Entonces el primer paso debe ser dado con un poquito de humildad y vergüenza cuando tomamos conciencia de nuestras limitaciones, de nuestras precariedades y de nuestra arrogancia. De hecho la Maestra enfermedad siempre golpea nuestro ego y nos demanda humildad, nos demanda “Dignidad…”, nos invita a recuperar y a ganar “Soberanía…” sobre nuestras propias vidas.

En realidad es todo lo contrario de lo que piensa normalmente la gente, y esto es debido a la actitud errónea con la que nos confrontamos ante la enfermedad, debido principalmente a que jamás la hemos considerado como una Maestra de Sabiduría, al igual que lo son la “Vejez…” y “la Muerte..”. Debido al rechazo, al menosprecio e ignorancia que demostramos frente a estos grandes Maestros, la humanidad todavía cree ver con sus ojos totalmente vendados y permanece víctima de sus propias ilusiones.

Debemos aprender a agradecer a la Maestra enfermedad para que nos revele sus dones ocultos, el mensaje que tiene para nosotros. Solo del estado de profunda Gratitud el ser humano recibe bendiciones y por el contrario de su soberbia e ingratitud cosecha dolores, pesares y sufrimientos.

No es con la negación ni con el rechazo que lograremos transformar nuestras vidas, muy por el contrario es a partir de la aceptación, de la humildad y del reconocimiento de nuestro estado lleno de limitaciones y precariedades que la Gracia Divina puede ser vertida cuando la copa está vacía y mira hacia arriba. Entonces y solo entonces podremos empezar a manifestar nuestra esencia luminosa, ilimitada, perfecta, virtuosa, amorosa, poderosa y sabia.

El camino de la auténtica Sanación demanda humildad. Es el Sendero Vital del crecimiento pleno de reconocimiento a la naturaleza verdadera, incondicionada, ilimitada, pura y perfecta con que fuimos creados. El “Cultivo de la Salud…” en la medida en que nos disponemos verdaderamente aprender nos libera de toda ilusión.

La palabra Salud proviene de Sal y está estrechamente interrelacionada con Salvación. De hecho quien quiere de verdad Sanar debe reconectarse con sus raíces, con sus huesos, sus riñones, sus ancestros, su estructura cristalina y a partir de allí puede Salvarse, puede liberarse de todo lo superfluo de todo lo que no es verdadero.

Como parte de todo este proceso de aprendizaje, es necesario alimentar una interacción revitalizante al interior de la relación y vínculo que se establece entre paciente y terapeuta. Sin embargo esta nunca debe generar dependencia, sino por el contrario independencia, construyendo un espacio de respeto e inspiración espiritual que afiance los valores intrínsecos del ser humano y le brinde los elementos básicos para que las personas mejoren su calidad de vida y las capacite progresivamente a hacerse más responsables y concientes de sus elecciones y las implicancias que tiene su filosofía de vida en relación a los problemas de salud que esté padeciendo.

La función del genuino terapeuta es la de ser principalmente un catalizador, un apoyo, un orientador y sobre todo un educador para el que necesita y solicita su ayuda. Ya que no solo se trata de curar un mal, sino de generar las condiciones para que las personas aprendan a vivir sanamente, en armonía y respeto del Orden Universal; descubriendo su potencial ignorado, ejerciendo sus capacidades, inteligencia y desarrollando confianza en la propia capacidad de auto determinación del destino individual.

El paciente debe desarrollar “paz-ciencia”, pero sobre todo tiene que transformarse en un agente dinámico y conciente de su propio proceso curativo y de Sanación. Podríamos resumir en los siguientes puntos los requisitos esenciales para ingresar en un proceso de Sanación auténtico;

a.)- Lo primero y fundamental es desear sincera y profundamente, con toda el alma, con todo el corazón y mente Sanar. Para ello debemos dejar de nutrir las sombras en nuestro interior. La enfermedad nunca es problema…!!! El individuo es el problema; nuestras resistencias a liberar el poder de nuestro verdadero ser, el cual en su naturaleza esencial es ilimitado. Enfermedad también es sinónimo de limitación y esta aparece cuando perdemos nuestra verdadera identidad como seres solares, como seres de luz y conciencia. En la medida en que manifestamos pensamientos, palabras y conductas asertivas y positivas, nos estamos liberando del apego a ideas y costumbres ilusorias y erráticas que no son verdaderas y lo que no es verdadero simplemente no existe; es decir no tiene existencia real y por lo tanto no permanece. Nosotros mismos somos los que damos fuerza a la ilusión. Nutrir lo que no es verdadero involucra un tremendo gasto de energías para nuestra propia autodestrucción.

Observa cuantas cosas haces para destruirte y cuantas por amor a ti mismo. Cuando empiezas a conocerte, empiezas a aceptarte y luego a amarte; entonces dejas las conductas adictivas, autodestructivas y comienzas a cultivar simultáneamente las virtudes. Solo estas nos liberan de las fantasías de la mente.

b.)- Estar dispuesto a sincerarse, a dejar de mentirse para poder confrontarse con verdades esenciales de si mismo, leyes naturales y espirituales. En el Holismo decimos que la Sanación auténtica es consecuencia de la confrontación con la verdad y nunca resultado de mentiras y engaños. A la naturaleza no se le puede mentir ni engañar. Esto se hace evidente en el plano físico cuando se presentan las “crisis curativas “ y los dolores y procesos que normalmente han sido sofocados y camuflados con tratamiento medicamentoso sintomático, reaparecen eventualmente. Aquí, es el momento de actuar sin asustarse, comprendiendo que el manejo fisiológico del cuerpo producirá una eliminación de toxinas y detritus acumulados y sedimentados en diversos tejidos, durante años. Cuando estos empiezan a circular para ser eliminados, lógicamente producirán molestias y a menudo agudas; donde el dolor, la inflamación (temporal), la fiebre y las emociones sofocadas correspondientes a los conflictos internos y a los cuadros sintomáticos que fueron violentamente suprimidos por la acción agresiva de sustancias químicas extrañas al cuerpo; reaparecerán. Estas situaciones requieren que el paciente se comunique con el terapeuta, pues probablemente requerirá de indicaciones, sesiones en consultorio y atención especial.

c.)- Al sincerarnos nos conectamos con nuestro corazón y empezamos a Amarnos. Las terapéuticas naturales, siempre demandan un tiempo para sí mismo en el cual aprendemos a querernos un poquito mas, haciendo cosas concretas para rectificar los errores, cubriendo esos espacios de vacío, de ausencia, indiferencia, negligencia y pretendido escape de sí mismo; que nos condujeron a las dolencias y problemas presentes.

d.)- Del punto anterior se desprende que debemos abandonar malos hábitos, como por ejemplo; aquel de vivir buscando culpables, proyectando afuera lo que no queremos reconocer en nuestro interior. Esto significa dejar de autojustificarnos, dejar de mentirnos y hacernos cien por cien responsables de nuestras elecciones.

e.)- Ser coherentes y determinados en el tipo de elección que hemos realizado al acercarnos a sistemas terapéuticos que trabajan por medios fisiológicos, naturales, bioenergéticos y espirituales. No obtendremos resultados satisfactorios si hacemos tratamiento, solo por un par de días. Precisamos ser más coherentes y sinceros con nuestra intención original de curarnos, ser metódicos y regulares.

Normalmente las personas invertimos mucho tiempo, esfuerzo y dinero haciendo múltiples cosas para enfermarnos y luego queremos curarnos mágicamente en una semana o incluso en un par de días pero sin esfuerzo, sin método, sin constancia y gratuitamente…!!! Y encima queremos continuar con nuestros malos hábitos...!!!

He aquí que surge la pregunta; ¿Porqué esta conducta tan incoherente e infantil…? Pienso que es debido a que no estamos viviendo regidos por nuestra conciencia, sino que permanecemos indolentes a los llamados y críticas de nuestra Alma; en calidad de esclavos de las programaciones autoimpuestas, del peso muerto de las costumbres y malos hábitos. Nos entregamos sin honor y sin vergüenza a nuestras pulsiones instintivas y reactivas a las circunstancias que son; aunque no lo querramos reconocer, fruto de nuestras propias elecciones. Entonces cuando nos encontramos con “los regalitos…” que nosotros mismos nos enviamos a lo largo del tiempo-espacio no los queremos aceptar. Decimos esto no es mío. Porqué tengo tan mala suerte…? ¿Porqué me tiene que suceder esto a mi…, justo a mí que soy tan bueno, tan correcto y tan santo…?. Por lo menos en Occidente el condicionamiento social y cultural que es parte de una estrategia de alienación de la conciencia, donde nadie quiere hacerse cargo de nada, la enfermedad, la vejez y la muerte son vistas como el “cuco” y las personas las presas inocentes de cosas que son malas…!!! Aparecen de repente…!!!, por caprichos y fallas de la naturaleza. Siempre somos inocentes y ahí afuera hay algo diabólico encargado de hacer cosas malas.

Debemos entonces modificar nuestra perspectiva. Contemplar el asunto desde una óptica totalmente diferente, con una actitud diferente. Entonces podremos modificar las cosas. Si las seguimos viendo desde nuestro limitado enfoque no habrá posibilidades; de hecho la mejor palabra que define lo esencial de la Salud es “Flexibilidad…”. Debemos ser los suficientemente flexibles para ver desde otra perspectiva, contemplando otros factores, influencias, zonas muertas de si mismos y potenciales lugares donde insuflar vitalidad y dinamismo.

Tarde o temprano tenemos que hacernos cargo al ciento por ciento de todo lo que acontece en nuestra vida. Eso es hacerse responsable de nuestras elecciones y segundo ejercitar nuestra flexibilidad, nuestra capacidad de adaptabilidad (cuidado de confundir con voluble) para fluir suave y agradablemente por los ríos de la Vida en dirección al maravilloso, extraordinario y bello Mar.

Precisamos Re-valorizar la Vida y la que mas nos puede ayudar en eso es la mas sabia consejera que existe: La Muerte…!!!. Es una verdadera lástima que la gente no le preste la más mínima atención. El motivo principal es que ella no nos tiene ninguna lástima, No tiene dobleces de ningún tipo, en cambio a nosotros nos gusta a menudo el lenguaje hipócrita y chupamedia y por eso no nos bancanos el lenguaje franco, directo y simple de la Muerte.

Todo el orden Biológico funciona de acuerdo a leyes que rigen las manifestaciones del mundo material el cual no está desconectado en absoluto de los mundos más sutiles.

Sanar demandará una actitud de buena voluntad, constancia y disciplina. Implica la totalidad de nuestro ser. Cuando el estado de enfermedad se manifiesta en un órgano, no es solo ese órgano, el que está enfermo, sino todo el cuerpo y si penetramos mas en el fenómeno comprenderemos que ni siquiera es el cuerpo el enfermo sino nosotros, el individuo, el habitante del cuerpo. Tampoco es bueno hacer una mezcolanza de técnicas que pueden ser contradictorias en sus principios y vías de acción. Si la coordinación de sistemas o técnicas sinérgicas.

f.)- No confundir lo que es un tratamiento serio, integral, de naturaleza Holística. Bien coordinado y orientado, con el mero comercio y venta de técnicas ligt, que buscan impresionar con resultados inmediatos, a través de propaganda, publicidad y venta de productos milagrosos. Este tipo de comercio solo busca el lucro y por lo mismo es impotente para educar y generar un proceso de transformación personal, familiar y social; basado en el conocimiento del Orden del Universo Infinito, el mismo que suele estar fundamentado y respaldado por tradiciones culturales Antiguas.

g.)- Dejar de autocompadecernos, de tenernos lástima. El Sanar implica asumir la vida con otra actitud, abandonando la comodidad, trascendiendo el egoísmo, los miedos y temores. Estimulando el valor, el coraje y la conciencia para conocernos a sí mismos y descubrir para que estamos aquí. La enfermedad es una de las Grandes Maestras de Sabiduría que tiene el ser humano. Y debe ser confrontada con dignidad. Jamás con cobardía y temor. La Maestra Enfermedad puede develarnos un camino de crecimiento insospechado.

Estar dispuestos a caminar por la Sanación significa dejar para siempre muchos malos hábitos, que nos mantienen en calidad de víctimas de sí mismos, quejándonos y lamentándonos miserablemente, sobreviviendo en islotes de egotísmo, sufrimiento, angustia, dolor, miseria y oscuridad. Significa crecer y madurar, recuperando la inocencia, la pureza, deslumbramiento y flexibilidad del niño con los frutos de la experiencia enriquecedora y positiva de la vida iluminada por el poder del espíritu revitalizador, liberador, emancipador.